NUEVO LEON
Historia de Nuevo León
Primeros habitantes en el
Estado
Esta etapa
comprende desde la llegada de los primeros habitantes hasta el año 1500. Abarca
desde el arribo de los primeros pobladores a las tierras de Nuevo León, hasta
la llegada de los conquistadores, y las condiciones de vida y convivencia que
se fueron dando entre estos dos grupos.
Piedras
Pintas en el municipio de Parás, y Trinidad y Sabinitos, en General Treviño,
son sitios en donde se han encontrado importantes vestigios de petroglifos que
han llamado la atención, aparecen en grandes rocas descritas o llamadas como
frontones.; también llaman la atención pinturas rupestres en el Cerro de los
Papagayos, en el del Fraile y en el Paso del Indio.
Entre los
grupos de bandas de nómadas recolectores y cazadores, sobresalen los
hualahuises, habitantes del sur; los coahuiltecos, en el oeste; los borrados,
pintos, rayados, y otros identificados por sus tatuajes, en el oriente, y los
catujanes en el norte del estado, al igual que los alazapas y otras distintas
bandas.
Se considera,
sobre la base del perfil lingüístico, que los pobladores hablaban idiomas que
podrían ubicarse como descendencia de las familias hokana, atapascana y
otomangue.
Nuevo León es uno de los treinta y un
estados que, junto con la Ciudad de México conforman las treinta y dos
entidades federativas de los Estados Unidos Mexicanos. Limita al sur y
suroeste, con San Luis Potosí; al este con Tamaulipas, con el cual comparte
todo el límite del lado este; y por el oeste, con los estados de Coahuila y
Zacatecas. Cuenta con una zona fronteriza en el norte que se extiende 15 kilómetros
con el estado de Texas. Se divide en 51 municipios. Su capital es Monterrey.
Los municipios de Apodaca, Cadereyta Jiménez, García, General Escobedo,
Guadalupe, Juárez, Salinas Victoria, San Nicolás de los Garza, San Pedro Garza
García, Santa Catarina y Santiago, junto con Monterrey, forman la Zona
Metropolitana de Monterrey; la tercera más importante del país. Otras
localidades importantes son Allende, Agualeguas, Linares, Montemorelos, China,
Mier y Noriega, Hualahuises, Sabinas Hidalgo, Doctor Arroyo, Mina, Cadereyta
Jiménez, Lampazos de Naranjo y la ciudad fronteriza de Anáhuac.
Cultura de Nuevo León
“¡Arriba el
norte, sí señor!” grita un orgulloso regiomontano mientras observa algún
partido de fútbol y degusta un sabroso cabrito al pastor. Así son los regiomontanos, de hablar brusco pero
honesto y ante todo muy trabajadores y responsables. Famosos por su dedicación
al trabajo arduo y por su conservadora moral, gustan de disfrutar los fines de
semana en familia y con una buena comida.
Vestimenta
“los trajes que emanen dignamente especificados e investigados sus
elementos, serán “típicos” no “regionales” y solo habrá un traje regional (que
ya especificaré) de Nuevo León, por decreto gubernamental.”
El
“decreto gubernamental” que menciona no ha sido encontrado, y antes de
especificar lo que él considera el “traje regional” de Nuevo León, nos entrega
“antecedentes acerca del traje típico de la Región Centro de Nuevo León”.
Para
establecer una indumentaria típica —argumenta el investigador— debe conocerse
el pasado remoto de la región, el cual en el caso de Nuevo León se encuentra
totalmente perdido, y donde es casi nula la información acerca de las tribus
nómades y su mestizaje.
Circunscrito
a la época española, esporádicas incursiones de rapiña de los indios apaches,
unidas a enormes dificultades climáticas y medioambientales, modelaron el
carácter fuerte de los colonizadores hacendados, por igual en hombres y
mujeres.
Así
se configuraron —afirma el profesor Andrade— como ahorrativos, prácticos,
luchadores, previsores, valientes y cómo vivían en lugares poco feraces, eran
también esforzados y tenaces trabajadores.
Esto
se reflejó en su indumentaria. Los vestidos, blusas y faldas de las mujeres,
así como los pantalones y camisas de los hombres, tenían que ser de telas
prácticas, baratas, pero fuertes y resistentes y de colores serios, que
resistieran el arduo trabajo, el polvo y la tierra.
Como
se hacía poco bordado y algo de hilado, blusas y faldas llevaban solo encaje de bolillo (1) , y fueron
comunes en la vestimenta el alforzado (2) , el fruncido (3) y el abullonado (4) .
Por
otro lado, productos de vestuario traídos desde la vieja Europa fueron marcando
la tendencia en el vestir dándole ciertas características propias.
Lugares turísticos
1. El Cañón de Matacanes
¡Me encantó! Se trata de un recorrido ecoturístico que haces durante
todo el día a través del cañón. Tienes que bajar por los “descansos” de esta
formación natural haciendo rappel,
avanzando por túneles con el agua hasta la cintura e incluso tienes que lanzarte
a una cascada de unos 12 metros para, finalmente, nadar en la oscuridad por un
túnel que sale a una de las bellezas naturales de la sierra. Yo me emocioné
muchísimo, se lo recomiendo sobre todo a los amantes del ecoturismo.
2. Las Grutas de García
¡Es un lugar increíble! Primero llegas en un teleférico y ya una vez que
estás ahí, la sensación de entrar al corazón de la montaña es única. Ya adentro
ves cosas maravillosas, como formaciones que la naturaleza ha tardado millones
de años en construir.
3. El Paseo de Santa Lucía
En la ciudad de Monterrey me encantó el Paseo de Santa Lucía porque te brinda la oportunidad de
recorrer la gran metrópoli pero de una forma diferente, bonita y mágica. Me
gustó particularmente el tramo donde se entremezclan y contrastan la
arquitectura de la capital regia con el Parque Fundidora que se levanta imponente dando vida a un
singular paisaje.
Comidas típicas
La comida de Nuevo León es práctica y rica. Aquí la agricultura se
desarrolló después que la ganadería, por lo que muchos platillos se basan en
carne de res, cabra y leche. Otros ingredientes importantes son el maíz y el
trigo.
Origen
La cocina del estado combina tres culturas culinarias: la católica
española, la judía española y la de los indígenas tlaxcaltecas que llegaron del
centro de México.
De la tradición judía surgen los platillos a base de cabrito y algunos
panes. La carne seca y el pan de Bustamante son de tradición Tlaxcalteca. Las
tortillas de harina son una adaptación del pan español a las costumbres y
técnicas de América.
Platillos
Carne seca y machaca
La carne seca de esta región primero se cuece, se marina y se deshebra,
antes de ponerla a secar. Los inmigrantes tlaxcaltecas utilizaron esta técnica
para almacenar alimento en una tierra poco fértil.
Normalmente se mezcla la carne con huevo, para hacer machacado o machaca
con huevo. También puede comerse sola o con limón.
Cabrito
Hay muchas formas de preparar cabrito. Las más populares son asarlo con
leña de mezquite y cocerlo en su sangre. Las vísceras también se comen, atadas
en las tripas como el zarajo español, y se les llama machitos.
Como la ternera, el cabrito debe ser un animal muy joven (de hasta 40
días) alimentado sólo con leche materna.
Carne asada
Los fines de semana por la tarde comienzan a oler a carne asada. Uno de
los cortes es la arrachera, particular del estado. Típicamente son los hombres
los que la preparan. Las agujas a las brasas, el asado de puerco con chile
colorado y el puchero son otros platillos comunes.
Otros platillos tradicionales
La carne zaraza es tiras de mole servidas con guacamole. Es tradicional
del municipio de Montemorelos.
Las papitas de “la sierra” o papitas de Galeana provienen de este
Municipio del sur del Estado, que es uno de los principales productores de papa
del país. Es una papa singular: pequeña y con un sabor más fuerte y único.
Las tortas compuestas son populares en el centro del país y en el
municipio de Linares. Las tortas se comen frías. Son un platillo fresco y muy
lucidor por su colorido.
Dulces
Las glorias son un dulce de leche quemada y nuez. Surgieron en Linares
en 1932 y actualmente 15 empresas de ese municipio se dedican a hacerlas.
Las perlitas o “besos indios”, el rollo, los encanelados, las
revolcadas, la natilla y las marquetas, en diferentes diseños, son otras de las
golosinas tradicionales.
También son muy ricas las bolitas de leche de cabra o vaca, la calabaza
en tacha cocida en piloncillo, y las conservas de naranja de Montemorelos y las
de otras frutas.
El pan de Bustamante se elabora según una tradición familiar y se hornea
al estilo casero con harina de trigo, piloncillo, anís, canela, nuez y cocoa.
Las empanadas de nuez, los turcos, las semitas y las hojarascas son algunos de
los más populares.
Música tradicional
de Nuevo León
Mucha de la música regional nuevoleonesa tiene origen centroeuropeo y
llegó con los mercenarios del ejército francés. Los instrumentos suelen ser de
origen alemán, y los ritmos checos y polacos.
El carácter de los nuevoleoneses le da características propias a las
melodías y a los bailes que las acompañan, haciéndolos norteños. La
instrumentación tradicional, llamada conjunto regional, consiste en violín o
acordeón, bajosexto y contrabajo.
Una creación más reciente es el conjunto norteño, que toca sobre todo
cumbias y consiste en acordeón, bajosexto, bajo y batería. Es la forma más
popular de hacer música en todo el estado, y nos identifica nacional e
internacionalmente. También existen conjuntos de tambora y clarinete.
Polka
Es original de Bohemia, y llegó con los mercenarios austro-húngaros que
llegaron a Nuevo León en la invasión francesa de 1847. Tiene un compás binario
y se baila dando vueltas y golpeando el suelo con la punta del zapato y el
talón.
Redova
Ritmo de Bohemia, mezcla de vals y mazurca. Era un baile de salón
bastante sobrio, pero aquí se hizo más alegre y popular. En el noreste de
México se toca con una cajita de madera hueca y sonora, llamada redova.
Huapango
El huapango es una música muy rítmica, popular en el Golfo de México. En
Nuevo León se toca con bajosexto y acordeón.
Shotís
Es una variación de la danza escocesa que fue popular en Alemania e
Inglaterra.
Corrido
Es un estilo del norte del país y popular en Nuevo León, que tiene
artistas como Julián Garza. Los corridos son una evolución del romance español,
y cuentan historias conocidas de forma cruda.
Cumbia
El estilo más popular actualmente en el estado y en gran parte de
Latinoamérica. Se originó como un baile de cortejo entre los esclavos africanos
de Colombia.